martes, 25 de noviembre de 2014

El rey que no podía dejar de estornudar



Roberto Malo y Fco. Javier Mateos, un tándem que ya habíamos visto en La madre del héroe o Abaskhia: el muchacho que quería enseñar a hablar a las vacas (si recordáis tuvimos en la biblioteca el cuentacuentos teatralizado con Roberto) su nos trae una nueva historia llena de ternura, humor y aventuras, esta vez de la mano de Edebé: El rey que no podía dejar de estornudar. (+ de 6 años)



Se trata del clásico viaje de búsqueda patrocinado por un monarca con problemas, en este caso, con un problema más bien peregrino: sin motivo aparente, no puede dejar de estornudar. Cómo no, un joven aventurero intentará encontrar el remedio para hacerse con la jugosa recompensa y, por el camino, se encontrará con todo tipo de desafíos extraordinarios en un bosque fantástico.

Los autores dan en este punto un vuelco a las tradicionales “pruebas” que todo elegido ha de afrontar: más bien estas conforman una serie de sorpresas que descolocan a los pequeños lectores y descuadran sus esquemas para robarles una carcajada. En El rey que no podía dejar de estornudar no hay enemigos que combatir, ni peligros que sortear, sino situaciones por descubrir, y al final todo se conforma en una cadena de favores que estimula el buen humor y trae la felicidad.

Blanca Bk, la ilustradora, es la encarga de aportar una buena dosis de ternura con sus ilustraciones. Nos muestra personajes entrañables, a veces tan inesperados y peregrinos como la propia historia que acompañan —la consigna parece ser que cada uno va a su bola, y la cosa funciona— y aporta nuevos elementos de disfrute al cuento.

Todos menos uno

En un jardín crecía una planta de guisantes. Se parecían unos a otros y vivían tranquilamente. 
Todos menos uno. Había un guisante que no quería ser como los demás.

Atreverse a ser diferente tiene un alto coste social, pero también una increíble recompensa. Eso es lo que descubre el pequeño guisante cuando decide recorrer el mundo. Así, cada estancia de su viaje se convierte en una instancia de crecimiento. Éric Battut dejara lo mejor para el final. Un desenlace tierno y humorístico que sacara a los lectores más de un color...

¿ A qué sabe la luna ?



¿A QUÉ SABE LA LUNA?......Un libro tan redondo y sabroso como la luna llena. Los animales de la selva nos mostrarán que las cosas compartidas siempre saben mucho mejor. (a partir de 3 años)


.....Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. ¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan solo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una genial idea: ?Si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna?, le dijo al elefante.

Batiscafo en el Mar



"Batiscafo en el mar", una recopilación de historias que tienen como protagonista a Katiuska, una batiscafo (pequeño vehículo de inmersión marina) que un día se ve liberada por el calamar Humboldt, lo que la llevará a explorar el misterioso fondo del mar, descubriendo multitud de lugares maravillosos e increíbles historias, que ahora se recogen en este libro.

El libro contiene en concreto 7 cuentos ilustrados y está pensado para leerlo los adultos a los niños y disfrutarlo en companía, aunque por supuesto también para leerlo los niños solos (a partir de 6 años). Los cuentos están escritos e ilustrados por un reconocido equipo de ilustradores y autores. Entre los ilustradores podemos encontrar a Coaner, Natascha Rosenberg, Estíbaliz Hernández, Adolfo Serra, Mariona Cabassa, Laura Miyashiro y Subi y los autores y autoras de los cuentos son Elena Ferro, Susanna Isern, Noelia Terrer, Estíbaliz Hernández, Nick Kearney y Cristina Camarena. Los dos últimos son, además, los editores del libro.